Poliuretano en evolución
Gobiernos, industria y otros sectores del mercado aceleran el ritmo en la transición de los agentes de expansión para cumplir plazos del Protocolo de Montreal y reducir el uso de sustancias de impacto ambiental en soluciones de aislamiento térmico
El Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono, celebrado el 16 de septiembre, es una fecha simbólica de un esfuerzo de la humanidad que ya lleva años. En las últimas tres décadas, gobiernos, industria y otros sectores de la sociedad se movilizan para minimizar la degradación de la capa de ozono causada por las llamadas Sustancias Destructoras de la Capa de Ozono (SDO), como el clorofluorocarbono (CFC) y el hidroclorofluorocarbono (HCFC).
Es una acción global que envuelve objetivos y medidas concretas establecidas por la Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono (1985) en un primer momento, seguida luego por el Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Destruyen la Capa de Ozono (1987), que este año completa 30 años.
30 años del Protocolo de Montreal
Menor impacto posible
El poliuretano es cada vez más importante para la eficiencia energética en la construcción civil y en la cadena de frío porque garantiza la aislación térmica, esencial para la reducción del consumo de energía.
Pero ello implica una mayor producción para atender a la demanda y esa producción, ahora más que nunca, precisa tener el menor impacto posible en el medio ambiente. Los esfuerzos se concentran en la transición de los agentes de expansión (blowing agents), que hacen que la espuma se expanda en estructuras y moldes usados en la construcción civil y en la fabricación de equipos para la cadena de frío.
El clorofluorocarbono 11 (CFC-11) dio lugar al hidroclorofluorocarbono 141b (HCFC-141b). Pero este último también precisa ser descartado lo más rápidamente posible por tener cloro en su estructura molecular y agredir la capa de ozono. La alternativa es una cuarta generación a base de hidrofluorolefina (HFO) o de hidrocarburos (pentanos, ciclopentanos y mezclas de ellos).
Una nueva transformación
Los HCFC también están ligados al calentamiento global, lo que refuerza la importancia de la transición de los agentes de expansión y de la adaptación de la industria a las metas del Protocolo de Montreal.
“El mundo del poliuretano está transformándose nuevamente, solucionando uno de los grandes problemas de la humanidad con la sustitución de agentes de expansión nocivos”, concluye Fiszner.
Los esfuerzos en el mundo del poliuretano se concentran en la transición de los agentes de expansión (blowing agents)
Los HCFC también están ligados al calentamiento global, lo que refuerza la importancia de la transición de los agentes de expansión
América Latina se programa
En la región, los países signatarios del Protocolo de Montreal están siguiendo calendarios propios de transición para completar el proceso hasta la fecha límite. Es un gran desafío pues significa adaptar procesos productivos, rever legislaciones y reescribir formulaciones, además de otras medidas de peso.
“La urgencia de esta transición, que antes estaba asociada a la necesidad de la industria de contribuir a minimizar la degradación de la capa de ozono, tiene el nuevo elemento del calentamiento global que está siendo corregido”, dice Marcelo Fiszner, director de Marketing de Poliuretanos para América Latina de Dow.
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